“Enseñar a alguien más no sólo se trata de imitación o réplica de los pasos, se trata de sentir, de disfrutar y de escuchar la música… trasmitir una parte de ti mismo y hacerla florecer en alguien más… Es mostrarle a la gente que no hay barreras ni imposibles. Que todo talento puede ser alcanzado, si hay constancia y dedicación. Ver bailar a un alumno que creía que no podría lograrlo es una de las satisfacciones más grandes que podemos tener en la vida”